jueves, 28 de enero de 2010

BANCO COMÚN DE CONOCIMIENTOS en el IES "Antonio Domínguez Ortíz" (Sevilla)

El Banco Común de Conocimientos en el IES Antonio Domínguez Ortíz del Polígono Sur de Sevilla es una experiencia piloto sobre el intercambio de conocimientos, una iniciativa para el aprovechamiento y la indexación colectiva del conocimiento significativo, potenciado a raíz de la expansión de la nuevas tecnologías y las redes digitales. BCC es un campo de acción colectiva basado en la transferencia de conocimientos y la educación mutua. Un laboratorio donde experimentar con nuevas formas de producción, aprendizaje y participación ciudadana.

jueves, 14 de enero de 2010

Por qué más es menos

LA TINTA DEL TINTERO

 

LA  TINTA  DEL  TINTERO               

Por Antonio Jiménez García

Intacta. La tinta permanece intacta en el tintero. Su fluidez, al moverla, mancha de negro el interior del vidrio. El tapón de rosca la protege del tiempo. En realidad, la tinta del tintero es una posibilidad, pero así contenida no vale un centavo. Aunque guarde, en el pozo de su espesa negrura, mundos dormidos de palabras que sólo despertarán si una mano, cortejada con pluma e inteligencia, las va sacando una a una y las tiende a secar en el blanco papel.

 

En nuestra comunidad existe una deuda con la tinta de los tinteros. En su historia cotidiana se ha quedado mucha tinta en el tintero. Tinta seca y desaprovechada. Tinta olvidada inútilmente. Tinta derramada en borrones por descuido o negligencia. Y aún peor: tinta inédita, soñada en tinteros que nunca llegaron a abrirse. Demasiado derroche, cuando los niños lo cerraban a los ocho años, abandonaban el pupitre y abrían sus manos de labriego. Su cabeza debía ocuparse del estómago no del talento, que sedimentaba en el hondón del tintero.

 

Y es éste de la tinta del tintero un grave asunto para el porvenir. Porque el porvenir reside en la cabeza, no en las manos, como el de los abuelos o los abuelos de los abuelos. En el tintero, auténtica bola de cristal, puede leerse el futuro. La oportunidad pasa por sentarse en el pupitre, abrir el tintero y coger la pluma. Es decir, por la escuela. Los niños, el tintero y el maestro. Los tres sencillos elementos primarios cuya adecuada mezcla puede despertar el talento, si existe, porque lo que «quod natura non dat, Salamanca non prestat». 

 

La escuela paradójicamente puede ser cuna o tumba de la inteligencia. Depende. Si se dedica sólo a instruir, como decía A. Guinon, «habrá menos analfabetos, pero más imbéciles». El poder de la escuela no es absoluto pero sí determinante en la vida de los niños. «Amigos míos, retened esto, no hay malas hierbas ni hombres malos, no hay más que malos cultivadores» (Víctor Hugo). La letra no entra con sangre. El despotismo disuelve la enseñanza como el aguarrás la tinta. El espíritu de la letra es sutil, como el sonido de las palabras. Líquido, flexible y moldeable, como la tinta. En la mente de los niños no debe escribirse con una vara de avellano. Ya afirmaba Plutarco que el espíritu infantil no era un vaso para llenar sino «un hogar que debe calentarse».

 

Hoy la escuela no debería consentir la tiranía de los adolescentes que, como diría José Luís Alvite, se equivocan por mayoría absoluta. No es recomendable agitar un cóctel molotov hormonal porque, al contacto con sensaciones o sentimientos, reacciona dinamitando la razón. Es aconsejable mantenerlo a temperatura ambiente, fría, cordial y exigente. La relación tipo botellón psicopedagógico profesor-alumno, aparte de una estupidez, incrementa el potencial del cóctel. El tema no es nuevo, desde luego, afirmaba M. F. Quintiliano que el método educativo «débil, que llamamos indulgencia, destruye todo el vigor del alma y del cuerpo».

Manga por hombro parece hoy la escuela. A la gresca. Lío de padres, alumnos y profesores. Y si éramos pocos las batallitas del abuelo: ideologías, política e intereses sindicales. Todo revuelto. Se llama 'comunidad educativa'. No es que la escuela funcione peor que otras veces, pero, parodiando a los hermanos Marx, hemos pasado del «más profundo abismo de pobreza a las más altas cotas de miseria». Ayer por defecto, hoy por exceso.

 

La indisciplina suele ser hija de la confusión. Batallas campales entre alumnos. Vejaciones y acoso con víctimas mortales entre adolescentes. Y los profesores maniatados pidiendo tiempo muerto y que se les restituya un mínimo de autoridad para ejercer de lo que son. Los padres, por principio, deberían hacer piña con los profesores.

 

«Los que gobiernan ínsulas por lo menos han de saber gramática», aleccionaba Sansón Carrasco a Sancho. Pues eso. Los que gobiernan deberían utilizar la gramática y, si es posible, el sentido común, como Sancho. Porque pedir la excelencia, como haría Don Quijote, sería impensable en una sociedad tan mediocre. Simulándole aconsejaría: «Amigo Sancho, no seas pendenciero, utiliza la tinta y el tintero para escribir las leyes de tu ínsula, y recapacita, que no se deben aprobar las leyes a patadas, ni meterlas en casa a empujones, antes bien, es menester usar de la razón y del ingenio». Las manos manchadas de tinta por el fracaso escolar deberían lavarse en las limpias aguas del sentido común.

 

Es preciso recuperar la escuela. Que el tintero ocupe su lugar en el pupitre y evitar que se derrame; abrirlo con cuidado y ayudar a escribir los primeros garabatos, en cuyos bucles enredado subyace el futuro de cada niño, su historia infantil, asociada a un liviano hilo de tinta.

 

Es preciso recuperar la simplicidad de la escuela, aún comprendiendo la complejidad de la sociedad actual. Es preciso desideologizar la enseñanza. Renunciar a politizarla tiñendo la tinta con color rojo, azul o verde. Renunciar a adoctrinar las mentes, a rotular el pensamiento, a hacer rebaño. Como decía Stuart Mill, «todo aquello que sofoca la individualidad es despotismo, sea cual sea el nombre con que se le disfrace».

 

Tampoco remedia nada modificar la forma de los tinteros. Ni llenarlos de lo que mañana será chatarra digital infrautilizada, es accesorio. Ni pensar que con un billete de cien euros el maestro rendirá más. Valiente disparate e inadvertido desprecio a la vocación e inteligencia del profesorado. El mejor reconocimiento a su labor sería proporcionarles una exigente cualificación y medios adecuados para desarrollar su labor.

 

Ante la confusión y el caos el pupitre se resiente y el maestro, «en cuyas manos está el porvenir» (V. Hugo) desfallece, se burocratiza y tiende a ser un funcionario cumplidor. Esta guerra no es entre padres y profesores. Cada piedra arrojada cae en el tejado de la casa de todos. El adversario a batir es intrínseco a la naturaleza humana y se atrinchera en su interior. Se manifiesta en la propia dificultad, la fuerte resistencia a sacar tinta del tintero de cada uno, que es arte y esfuerzo.

¿Quién escribe con tinta indeleble en la pizarra del futuro, la ley ruidosa del político o el silencio laborioso de un buen maestro de escuela?
Antonio Jiménez García


domingo, 10 de enero de 2010



Por primera vez se ofrecen al público las técnicas demostradas de Linda Lantieri para aumentar la autoestima, mejorar la concentración y la conciencia, y potenciar la empatía y la comunicación. Este poderoso programa se organiza según las diferentes edades y va acompañado por un CD con ejercicios dirigidos por Daniel Goleman en la versión inglesa original y por otro en castellano con voz y música de Elsa Punset.

Inteligencia emocional infantil y juvenil invita a usted y a los niños de su entorno a relajar el cuerpo y a concentrar la mente, a fomentar las cinco competencias básicas que construyen la inteligencia emocional y a trasladar hasta sus experiencias diarias la solidez, la confianza y la curiosidad; y proporciona a padres, profesores y cuidadores las herramientas necesarias para estimular estas habilidades en niños y jóvenes, y ayudarlos a crecer en un mundo donde todavía hay esperanza.

Linda Lantieri es experta en aprendizaje social y emocional, resolución de conflictos e intervención en situaciones de crisis, de fama mundial y con cuarenta años de experiencia en el campo de la educación. Es directora de The Inner Resilience Program y una de las fundadoras de Collaborative for Academic, Social and Emotional Learning (CASEL). También es cofundadora del Resolving Conflict Creatively Program (RCCP), un programa de aprendizaje social y emocional que se ha puesto en marcha en cuatrocientas escuelas de quince distritos escolares en Estados Unidos y también en centros experimentales en Brasil y Puerto Rico. Lantieri es coautora de Waging Peace in Our Schools, editora de Schools with Spirit: Nurturing the Inner Lives of Children and Teachers y contribuyó a Forever After: New York City Teachers on 9/11.

Dalai Lama - Educación Emocional

viernes, 8 de enero de 2010

La violencia y sus causas

 



 


 


        Cada día leemos en la prensa noticias relacionadas con hechos violentos, condenas realizadas por jueces a autores de homicidios, asesinatos , violaciones , delitos de maltrato de género o maltrato infantil. Es un hecho que vivimos en una sociedad violenta y agresiva. Violencia que se manifiesta en contextos muy diversos como pueden ser la casa (violencia domestica), la calle (violencia callejera), el deporte , la escuela, el trabajo, etc. Teniendo en cuenta a los posibles agresores hablamos de aquella que es perpetrada por bandas juveniles (violencia juvenil), por grupos terroristas, violencia ejercida por sujetos psicópatas o violencia organizada por mafias. ¿Cuáles son las causas que hacen que muchas personas resuelvan sus conflictos interpersonales reaccionando de manera agresiva y violenta?  


        Abordaremos la cuestión planteada estableciendo dos tipos de causas, las primeras de origen biológico y las segundas de carácter sociocultural.  


        Los estudios aportados por las investigaciones neurocientíficas señalan la implicación de varios factores biológicos. Una primera explicación se encuentra en el funcionamiento de la corteza prefrontal del cerebro. Antonio Damasio profesor de neurociencia y psicología en la Universidad Southern de California y ganador en 2005 del Premio Príncipe de Asturias de investigación , expone en su obra El error de Descartes, las facultades mentales que dependen de esta parte cerebral.  


        Esta zona es la que nos permite tomar las decisiones más complejas y responder de forma  racional, de inhibir y frenar la agresividad, reprimiendo las emociones más instintivas. En la corteza prefrontal reside la sede del razonamiento moral y es donde se controlan los instintos primarios que proceden del sistema límbíco. Es la parte consciente del cerebro. Cuando esta área del cerebro se ve afectada, no funciona con normalidad o existen impedimentos estructurales, tenemos mayor predisposición hacia la realización de conductas violentas o delictivas.  Damasio la considera como sede de la moralidad y otro conocido investigador  el neurólogo ruso Luria (1996) hablaba de ella como el “órgano de la civilización”.  


        Durante los años de la adolescencia aún no se ha completado la maduración de la corteza prefrontal , existiendo un déficit en la capacidad para controlar las emociones. Ello podría explicar la mayor prevalencia de la agresividad reactiva durante este período de la vida. Sabemos que este proceso de desarrollo madurativo de la corteza no finaliza hasta la tercera década de la vida. 


        Otras zonas investigadas de nuestro cerebro es el sistema límbico, zona formada por distintas estructuras y que genera nuestras reacciones más instintivas y emocionales. 


         Conocemos también los efectos y consecuencias en la conducta infantil producidos por diversas patologías cerebrales. El doctor Jonathan Pincus señala la interacción de tres factores que favorecen una mayor vulnerabilidad hacia la violencia: el maltrato físico o sexual, unido a un daño cerebral o a una enfermedad mental. Uno de los hallazgos más sorprendentes tiene que ver con los malos tratos físicos causados a los bebés por sus propias madres o familiares cercanos. Desafortunadas actuaciones en la crianza, mediante la realización de fuertes zarandeos, a los bebés que lloran, para que se callen, o produciéndoles golpes en el cráneo, han sido las responsables de lesiones y daños irreversibles en la corteza prefrontal. Pincus apunta otras causas que producen daños cerebrales como son el consumo de drogas durante el embarazo, el alcoholismo, el envenenamiento por plomo, etc.  Kempe en 1962 denunció por primera vez el maltrato infantil hablando del síndrome del niño vapuleado”, planteando la hipótesis de que el niño maltratado de hoy es el maltratador de mañana. 


         También conocemos la relación que existe entre algunos  neurotransmisores y la agresividad. La serotonina y la dopamina son sustancias químicas que segrega el cerebro y calman la irritabilidad y el comportamiento violento. Un descenso en los niveles de serotonina incrementa la agresividad.  


        El segundo gran grupo de respuestas que se dan actualmente sobre la violencia tiene que ver con las explicaciones que ven el origen de la violencia en factores de carácter sociocultural. Los partidarios de las causas de tipo social piensan que la agresividad y la violencia se desarrollan en contextos que favorecen este tipo de conductas. Determinados entornos educativos crean patrones de conducta, esquemas mentales que muchos niños van construyendo desde edades tempranas. Desde esta perspectiva se piensa que la violencia se aprende.  


        La violencia parece ser que encuentra mejor caldo de cultivo en zonas margina-les y deprimidas económicamente, con una fuerte tasa de desempleo y con bajos nive-les culturales.  


        El efecto negativo que pueden producir determinados entornos ha sido ampliamente estudiado al analizar la influencia que ejercen los medios de comunicación (televisión, cine, videojuegos,…). Algunos niños tras ver acciones agresivas en estos medios tratan de imitar algunas de estas conductas. Desde luego estas conductas de imitación se ha comprobado que son más probables en niños y adolescentes que en personas adultas.  


        Para el Dr. Luis Rojas Marcos, psiquiatra y expresidente del sistema de sanidad y hospitales públicos de Nueva York , los niños que han sido maltratados en su infancia tienen más posibilidades de volverse emocionalmente violentos y de mayores tienen más probabilidades de comenzar un nuevo ciclo de violencia. Para este eminente psiquiatra las semillas de la violencia se siembran en los primeros años de la vida, se cultivan y desarrollan durante la infancia y comienzan a dar sus frutos malignos en la adolescencia.. Es un hecho común entre adultos violentos que durante su infancia fueron víctimas de abusos o abandono. También lo es que actuaciones negligentes de los padres y la falta de afecto en la infancia se relacionan con problemas de autocontrol.  


        Estas primeras experiencias negativas vividas en los años de la infancia en el hogar van creando esquemas o patrones mentales que serán reproducidos en el futuro.  


        Algunas de las soluciones para prevenir  y reducir la violencia tienen que ver con las mejoras en la salud infantil, la nutrición de los niños, con entornos educativos estimulantes y positivos y también con la prevención del maltrato en la edad infantil. El doctor Rojas Marcos apunta entre las medidas preventivas más eficaces o “antídotos de la violencia” , una educación que fomente en los menores de 12 años ,  su autocontrol, el sentido de la autocrítica, la capacidad de remordimiento y arrepentimiento, la compasión y la empatía.  


        Este desarrollo de la compasión y empatía vendrán favorecidos por un entorno que potencie un clima afectivo, de cariño, de tolerancia y apoyo entre los padres.  


        Las emociones y su educación desempeñan un papel fundamental. Para el profesor José Sanmartín, catedrático de lógica y filosofía de la ciencia de la Universidad de Valencia y director del centro Reina Sofía para el estudio de la violencia, uno de los grandes errores de nuestra cultura es haber separado la razón y la emoción. Sanmartín llega a afirmar que : “La razón sin emociones es tan perjudicial como la emoción sin razón”. En esta misma línea Antonio Damasio en unas declaraciones al diario El País afirmaba que “somos el resultado de una combinación de razón y emoción; de hecho, la razón siempre está informada por la emoción…emoción y razón van siempre juntas”. El cerebro funciona mejor con emociones positivas.  


        No cabe duda de que este nuevo siglo XXI será el siglo de la Inteligencia Emocional. La educación emocional y educación ética ayudará a superar el fracaso de la violencia , el entrenamiento en habilidades sociales y especialmente la creación de entornos de aceptación, seguridad y cariño permitirá neutralizar los factores de riesgo de la violencia.             


 


 



 


Efectos beneficiosos del sueño en el aprendizaje y rendimiento





 


 


Es frecuente en las tutorías y también en las entrevistas de orientación que nuestros alumnos nos expresen las pocas horas que dedican a dormir, acostándose en determinados casos y con frecuencia a altas horas de la noche. Esto es debido muchas veces a las programaciones televisivas, a la navegación por Internet, etc. En otras ocasiones estando en vela y dedicando largas horas de estudio para preparar exámenes que tendrán que realizar al día siguiente, especialmente en cursos de bachillerato o en estudios universitarios. 


En este artículo vamos a recordar algunos de los efectos perjudiciales cuando nuestro organismo no descansa y duerme lo necesario, haciendo hincapié especialmente en las ventajas y beneficios que entraña para la salud y también para nuestro propio aprendizaje, el que dediquemos un tiempo adecuado para nuestro sueño.  


Comenzaremos diciendo en primer lugar que el sueño afecta a los procesos cerebrales responsables del aprendizaje. Ya son muchísimos los estudios científicos que avalan el papel crítico del sueño en el modo de aprender de la gente y en el nivel de su rendimiento. En la universidad de Londres un equipo de investigadores capitaneado por  Chiara Portas y sus colegas han investigado mediante resonancia magnética funcional (RMf) estos efectos del sueño. 


Algunas de las conclusiones y hallazgos realizados vienen a decirnos que la privación del sueño tiene un efecto perjudicial en el aprendizaje y también en el rendimiento. Cuestiones bien conocidas por técnicos y trabajadores de centrales nucleares, controladores aéreos, pilotos de líneas aéreas, astronautas, responsables militares, etc. Existen riesgos potenciales para la seguridad, distracciones, somnolencia, irritabilidad, estados de menor alerta cognitiva, decisiones equivocadas. Varias noches sin dormir afecta de manera importantes los procesos de concentración y las capacidades de aprendizaje. Jim Horne e Yvonne Harrison han demostrado como la privación de sueño, aunque solo sea una sola noche afecta al pensamiento innovador, la toma de decisiones. Investigadores alemanes han estudiado como el sueño facilita la comprensión de una tarea, aprendida recientemente. 


En estos estudios se advierte además de los efectos perjudiciales que  ocasiona el estrés diario y los procesos de  ansiedad ,  alterarando en muchas ocasiones los “ritmos circadianos” causando graves dificultades en el aprendizaje. ¿Qué son estos ritmos circadianos? Ritmo circadiano es una expresión latina que significa “ciclo diario” , son aquellos patrones corporales que corresponden a los tiempos de sueño-vigilia de una persona.  


Cada persona es diferente pero por término medio los adultos han de dormir al menos siete horas y media, y en el caso de los niños y adolescentes aún más. La luz diurna es un importante regulador de estos ritmos circadianos. El reloj circadiano reside en una parte del cerebro denominada “núcleo supraquiasmáticoNSQ. El NSQ regula la síntesis de melatonina en la glándula pineal durante la noche. La melatonina es transportada al cuerpo por la noche, provocando sensaciones de somnolencia. 


En situaciones de privación de horas de sueño, nuestro cerebro utiliza un mecanismo de compensación mediante el apoyo que realizan los lóbulos parietales del cerebro. De este modo se facilita el rendimiento. 


El sueño es beneficioso por varias razones , para regenerar la energía gastada durante el día, para eliminar la toxicidad de determinadas células cerebrales y del cuerpo, para recuperar células y tejidos corporales, para reforzar aprendizajes asimilados durante el día, aprendizajes que pasarán a nuestro almacén de  memoria a largo plazo. 


Pierre Macquet, investigador de la universidad de Londres ha observado en personas voluntarias, como las regiones cerebrales implicadas en el aprendizaje del día anterior se reactivan durante la noche. Esta actividad cerebral durante la noche probablemente refleja mecanismos de refuerzo de lo asimilado durante el día. Son activaciones beneficiosas para la consolidación y potenciación de la memoria y el aprendizaje, ya que mejoran la calidad de desarrollo de las tareas que se deben ejecutar. 


En algunas aves se han estudiado también estas activaciones cerebrales durante el sueño, comprobando como repasan los ejercicios de canto, activando el “área de canto” donde tienen almacenados los patrones auditivos que realizaron durante el día. 


Como educadores tenemos el deber de recordar a nuestros alumnos y también a las familias de éstos,  las ventajas que entraña un buen descanso para optimizar los procesos de aprendizaje en la escuela.


 


 


 


Reales Alcazares

Viaje a Sevilla 09-2009 (29)