viernes, 8 de enero de 2010

Efectos beneficiosos del sueño en el aprendizaje y rendimiento





 


 


Es frecuente en las tutorías y también en las entrevistas de orientación que nuestros alumnos nos expresen las pocas horas que dedican a dormir, acostándose en determinados casos y con frecuencia a altas horas de la noche. Esto es debido muchas veces a las programaciones televisivas, a la navegación por Internet, etc. En otras ocasiones estando en vela y dedicando largas horas de estudio para preparar exámenes que tendrán que realizar al día siguiente, especialmente en cursos de bachillerato o en estudios universitarios. 


En este artículo vamos a recordar algunos de los efectos perjudiciales cuando nuestro organismo no descansa y duerme lo necesario, haciendo hincapié especialmente en las ventajas y beneficios que entraña para la salud y también para nuestro propio aprendizaje, el que dediquemos un tiempo adecuado para nuestro sueño.  


Comenzaremos diciendo en primer lugar que el sueño afecta a los procesos cerebrales responsables del aprendizaje. Ya son muchísimos los estudios científicos que avalan el papel crítico del sueño en el modo de aprender de la gente y en el nivel de su rendimiento. En la universidad de Londres un equipo de investigadores capitaneado por  Chiara Portas y sus colegas han investigado mediante resonancia magnética funcional (RMf) estos efectos del sueño. 


Algunas de las conclusiones y hallazgos realizados vienen a decirnos que la privación del sueño tiene un efecto perjudicial en el aprendizaje y también en el rendimiento. Cuestiones bien conocidas por técnicos y trabajadores de centrales nucleares, controladores aéreos, pilotos de líneas aéreas, astronautas, responsables militares, etc. Existen riesgos potenciales para la seguridad, distracciones, somnolencia, irritabilidad, estados de menor alerta cognitiva, decisiones equivocadas. Varias noches sin dormir afecta de manera importantes los procesos de concentración y las capacidades de aprendizaje. Jim Horne e Yvonne Harrison han demostrado como la privación de sueño, aunque solo sea una sola noche afecta al pensamiento innovador, la toma de decisiones. Investigadores alemanes han estudiado como el sueño facilita la comprensión de una tarea, aprendida recientemente. 


En estos estudios se advierte además de los efectos perjudiciales que  ocasiona el estrés diario y los procesos de  ansiedad ,  alterarando en muchas ocasiones los “ritmos circadianos” causando graves dificultades en el aprendizaje. ¿Qué son estos ritmos circadianos? Ritmo circadiano es una expresión latina que significa “ciclo diario” , son aquellos patrones corporales que corresponden a los tiempos de sueño-vigilia de una persona.  


Cada persona es diferente pero por término medio los adultos han de dormir al menos siete horas y media, y en el caso de los niños y adolescentes aún más. La luz diurna es un importante regulador de estos ritmos circadianos. El reloj circadiano reside en una parte del cerebro denominada “núcleo supraquiasmáticoNSQ. El NSQ regula la síntesis de melatonina en la glándula pineal durante la noche. La melatonina es transportada al cuerpo por la noche, provocando sensaciones de somnolencia. 


En situaciones de privación de horas de sueño, nuestro cerebro utiliza un mecanismo de compensación mediante el apoyo que realizan los lóbulos parietales del cerebro. De este modo se facilita el rendimiento. 


El sueño es beneficioso por varias razones , para regenerar la energía gastada durante el día, para eliminar la toxicidad de determinadas células cerebrales y del cuerpo, para recuperar células y tejidos corporales, para reforzar aprendizajes asimilados durante el día, aprendizajes que pasarán a nuestro almacén de  memoria a largo plazo. 


Pierre Macquet, investigador de la universidad de Londres ha observado en personas voluntarias, como las regiones cerebrales implicadas en el aprendizaje del día anterior se reactivan durante la noche. Esta actividad cerebral durante la noche probablemente refleja mecanismos de refuerzo de lo asimilado durante el día. Son activaciones beneficiosas para la consolidación y potenciación de la memoria y el aprendizaje, ya que mejoran la calidad de desarrollo de las tareas que se deben ejecutar. 


En algunas aves se han estudiado también estas activaciones cerebrales durante el sueño, comprobando como repasan los ejercicios de canto, activando el “área de canto” donde tienen almacenados los patrones auditivos que realizaron durante el día. 


Como educadores tenemos el deber de recordar a nuestros alumnos y también a las familias de éstos,  las ventajas que entraña un buen descanso para optimizar los procesos de aprendizaje en la escuela.


 


 


 


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